domingo, 25 de septiembre de 2011

¿Pensión o Programa 65?

Es un error que Pensión 65 termine siendo un programa social dentro del futuro Ministerio de la Inclusión. Peor, focalizar en pobres extremos sobre la base de los programas Juntos y Gratitud. Y encima, comenzar por cuatro regiones.
Eso desnaturaliza la pensión no contributiva, y termina diluyendo la propuesta electoral de Humala. La del spot publicitario, en el que una señora que vende golosinas en un puesto callejero autorizado, agradece a Ollanta porque a los 65 va a tener su pensión. Los que trabajaron toda su vida de manera independiente y no pudieron aportar por fallas en el sistema, tendrían protección hoy. Esa era la idea.
Porque estamos frente a un problema pensionario. No de pobreza. Por eso su canal natural es el Sistema Nacional de Pensiones, y no los programas sociales.
Tan simple como que la Oficina Nacional Previsional (ONP) reciba una solicitud de un mayor de 65 años que no tenga jubilación pública, ni privada, ni vaya a tenerla; que no posea ninguna renta acreditada por la Sunat; y que resida en el país tres años antes del trámite. Y ya está; la ONP califica la solicitud, hace control de calidad, y la pensión estaría lista para otorgarse. Tal cual, el Proyecto de Ley 04213/2010, presentado por los propios nacionalistas en el Congreso pasado.
Pero los economistas que creen saberlo todo, pero que del derecho a la pensión no saben nada, insisten con que la universalización de este tipo de pensiones nos llevaría a la quiebra. No comprenden que debe de ir de la mano con una política agresiva para que los independientes aporten obligatoriamente y con ello alejen al fantasma del déficit fiscal. ¿O acaso es difícil que emolienteros, canillitas, bodegueros o vendedores autorizados en las mismas esquinas de siempre, puedan aportar? Es cuestión de ordenar la casa.
La Pensión 65 de la Gran Transformación planteaba una reforma integral del sistema pensionario: un régimen contributivo obligatorio y de ahorro colectivo para obtener una pensión básica, pero decente; un régimen voluntario de ahorro individual para un ingreso adicional; y un régimen no contributivo para aquellos que por diversas razones no pudieron aportar. Todo universal, como es la naturaleza de una pensión.
Y la progresividad planteada en campaña, establecía que en 2012 se atendería a todos los mayores de 75 años sin pensión; en 2013 a todos los mayores de 70; y en 2014 a todos los mayores de 65.
Pero vino la Hoja de Ruta y desde ahí se empezó a hablar de focalización, y una vez ganada la elección ya era un programa social para pobres extremos. Lamento decir que, si esta lógica termina por ganar, muchas familias se desilusionarán y el primer costo se verá en la popularidad presidencial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario