domingo, 28 de agosto de 2011

La contraofensiva no tardará

Apenas con un mes de gobierno ya podemos celebrar varias cosas que nos está trayendo la nueva correlación de fuerzas en el Perú: el aumento del salario mínimo, la ley de consulta, el nuevo impuesto que tendrán que pagar las mineras, el inminente inicio de agresivos programas sociales y que el gas barato del lote 88 sea destinado íntegramente al mercado nacional en lugar de exportarse a México o Chile.
Además de que el principal eje de integración será ahora el regional. Empezamos a mirar con otros ojos a América del Sur, lo que se concretará no solo en temas políticos y sociales, sino también económicos y financieros en el marco de la Unasur.
Y aunque algunos aún no lo creen, lo cierto es que nuestro país empieza a recuperar márgenes de soberanía al tiempo que mejora su posición de negociación frente a la inversión privada. Lo que es bastante radical si consideramos como nos hemos parado frente a los capitales foráneos durante los últimos años.
Por ello la contraofensiva de los que tuvieron la sartén por el mango no va a tardar en mostrar su fuerza, configurándose al menos dos campos de batalla.
El primero tiene que ver con los efectos de la crisis económica global. Estoy seguro que a toda costa se empezará a operar para que el gobierno tarde en la aplicación de un plan de estímulo económico y nuevamente repitamos la experiencia de finales del 2008 e inicios del 2009, cuando frenamos en seco la velocidad de crecimiento económico. De 11.6% de crecimiento registrado en septiembre del 2008, pasamos a 0.1% en febrero del 2009. En ese mismo periodo perdimos velozmente 5 mil millones de dólares de nuestras reservas internacionales. Un escenario parecido en el 2012, sería un duro golpe a los impulsos de cambio del gobierno de Humala.
El segundo escenario también tiene que ver con lo internacional. En la última semana ha sido noticia – y no por gusto – que el Perú podría perder más de 4 mil millones de dólares en los procesos de arbitraje que varias empresas extranjeras han interpuesto en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI).
Y esto no es aislado. Todos los gobiernos de la región que le han parado el macho a las trasnacionales y puesto en valor la capacidad de negociación estatal frente a ellas, exigiendo lo justo en impuestos y desempeño, se han visto amenazadas con este chantaje multimillonario. La consigna es que no puedes hacer política pública soberana, porque inmediatamente se activan los candados neoliberales contenidos en cuanto Tratado Bilateral de Inversión (TBI), Convenio de Estabilidad Jurídica o Tratado de Libre Comercio (TLC) tengamos vigentes. E
stamos advertidos.

domingo, 21 de agosto de 2011

La Comisión de Presupuesto

Qué buena noticia que Marisol Espinoza sea la presidenta de la Comisión de Presupuesto y Cuenta General de la República del Congreso, y que Javier Diez Canseco sea uno de sus miembros titulares.
Espinoza junto a la bancada nacionalista presentó en los últimos años verdaderos presupuestos alternativos durante el debate parlamentario. En el 2008, se opusieron al recorte presupuestal del gobierno aprista, proponiendo más bien aumentar el gasto para afrontar la crisis global.
Mientras el oficialismo respaldaba la modulación del ministro Valdivieso en el proyecto de presupuesto 2009 y las demás bancadas negociaban sus votos a cambio de pequeñas concesiones, los nacionalistas centraban el debate en la necesidad de ir contra el ciclo económico mundial. Meses después, la formulación del Plan de Estímulo Económico les daría la razón.
En el 2009, al discutir el presupuesto 2010, la bancada de Espinoza, con Rafael Vásquez a la cabeza en el tema presupuestario, recalculó las cifras macroeconómicas y la proyección de inflación acercándose más a la realidad. Se reorientó el presupuesto en el dictamen en minoría, hacia salarios estatales, aseguramiento universal, agro, pensiones no contributivas (hoy llamadas Pensión 65) y otras demandas postergadas.
Pero lo más importante es que en esa ocasión trabajaron en alianza con diversas organizaciones sociales reunidas en el Grupo Nacional de Presupuesto Público. Eduardo O´Brien, técnico del Grupo y Mauro Zevallos, técnico de la bancada, lograron un dictamen en minoría bien fundamentado.
Igual fue en el 2010 para discutir el presupuesto 2011. El jefe de la bancada era Daniel Abugattás, y con él se logró afinar el presupuesto alternativo y tener una propuesta mejorada para oponer al presupuesto eminentemente contable y sin enfoque de derechos del Ministerio de Economía y Finanzas. Además de asignar lo necesario para vivienda, educación, salud, programas sociales y hasta reparaciones individuales, hubo un énfasis en ciencia y tecnología, y el dictamen en minoría de los nacionalistas por poco y pasa al debate en el pleno.
En suma, hay un gran acumulado sobre el tema presupuestal en quien hoy conduce esa comisión legislativa, tanto a nivel programático como participativo. Pero además está Javier Diez Canseco, quien fue el único que durante los años del gobierno de Toledo elaboró propuestas alternas sobre presupuesto público, siempre en la lógica del desarrollo humano.
Hoy, que por fin el debate presupuestal estará centrado en los derechos de la población, existe también el reto de enfrentar un nuevo golpe de la crisis económica mundial. Estoy seguro que con Espinoza y Diez Canseco estaremos a la altura.

domingo, 14 de agosto de 2011

Estímulo otra vez

Recuerdo claramente cuando en septiembre del 2008, el entonces Ministro de Economía y Finanzas, Luis Valdivieso, asistió al Congreso de la República para sustentar el proyecto de presupuesto 2009. Mientras la bancada nacionalista pedía mayor gasto público, el ministro explicaba que para bajar la inflación tenía que hacer una modulación del gasto. Así, el presupuesto de apertura del 2009, fue en términos nominales casi igual que el del 2008, y en términos reales mucho menor. Total para eso había traído Alan García a un operador del Fondo Monetario Internacional (FMI), especia-lista en ajuste.
El problema fue que ese mismo mes se inició la crisis económica global que hasta hoy nos azota, y que el hombre del FMI no pudo prever. Mientras China y Australia empezaban de inmediato con medidas contra cíclicas, el Perú reaccionaba haciendo todo lo contrario, entregándonos al ciclo de la crisis.
Al tiempo que toda América Latina empezaba a aplicar planes anticrisis, el Perú mantenía la lógica de aquí no pasa nada. Y no fue hasta febrero del 2009, con cambio de ministro mediante, que se dio un plan de estímulo fiscal. Por su parte, el Banco Central de Velarde también reaccionó lentamente. No fue hasta bien entrado el 2009 que decidió bajar la tasa de interés y frenar la subida del tipo de cambio.
El resultado ya lo conocemos. Y a pesar que hasta el hartazgo, la prensa neoliberal nos dijo que la crisis no nos golpeó, el frenazo de crecimiento económico fue bastante grande, pues fueron como 9 puntos de reducción de velocidad entre el crecimiento del 2008 respecto del 2009. Y si no fuera porque los precios de las materias primas no tardaron en recuperarse, sin duda hubiéramos cerrado el 2009 en rojo. La razón es evidente. Nos demoramos en reaccionar. Pero lo que no sirvió para el 2009, fue bueno para el 2010, donde surtió efecto el estímulo.
Hoy, que las mismas condiciones que se presentaron aquel septiembre del 2008 parecen regresar: enfriamiento de la economía mundial, salida de capi-tales y posible baja de los términos de intercambio, debemos reac-cionar de inmediato, incluso promoviendo el mayor gasto posible en lo que queda del 2011. La subida del salario y la entrada en vigencia de Pensión 65 caen de perilla.
Para nadie es un secreto que lo que espera la derecha política es poder echarle la culpa a Humala del impacto de la crisis. Es por eso que a vísperas de la discusión presupuestal, estamos en el momento perfecto para aplicar un nuevo plan de estímulo fiscal, aunque Castilla diga que debamos ser conservadores en el gasto. No vaya a ser que termine siendo un Valdivieso II.

domingo, 7 de agosto de 2011

Las reservas en peligro

Los que creen que la economía peruana es sólida y que la crisis global no nos pegó, se equivocan. El 80% de nuestras exportaciones son materias primas cuyos precios no controlamos. Representan el 20% de los ingresos fiscales y mantienen las cuentas externas en azul. Siendo sinceros, si no fuera porque los términos de intercambio cayeron solo al inicio de la crisis, la economía peruana estaría hasta ahora en declive.
Nada impidió el tremendo frenazo del crecimiento económico del 2009 (0.9%) respecto del 2008 (9.8%), fruto de la salida de capitales, la contracción de la demanda internacional y la caída de los precios de los minerales durante algunos meses. Con todo, pasamos piola la primera etapa de una crisis mundial que sigue abriéndose como una flor y que mostrará su peor cara en los meses que vienen.
Y aunque muchos afirmen que nuestras reservas internacionales son suficientes para enfrentar un nuevo golpe, yo disiento. Éstas pueden volverse puré de un día para otro si no tomamos la precaución de ponerlas a resguardo ya.
La liquidez total del Banco Central de Reserva del Perú (BCR) medida en dólares, alcanza los 47 mil 577 millones. El 81.3% está efectivamente denominado en esa moneda y poco menos del 70% invertido en bonos del Tesoro Norteamericano. O sea, la mayor parte de nuestras reservas están en una moneda que se desmorona y en activos que afrontan serios problemas de confianza, a punto de perder su calificación AAA.
Hace tiempo que Estados Unidos paga casi cero por nuestros depósitos, lo que se traduce en un costo de oportunidad enorme para el Perú, con el cuento de que el “Tesoro” es lo más seguro del mundo y como dice la teoría: a mayor solidez, menor rendimiento.
Pues bien, esa seguridad está a punto de irse al tacho junto con nuestras reservas. Y si no buscamos protegernos mediante un fondo de estabilización monetaria u otro mecanismo de seguridad financiera en el marco de la UNASUR, estaremos a merced de la tormenta.
Pero eso le suena a herejía al credo neoliberal. No por nada, García antes de irse, junto al BCR de Velarde, impidieron con su voto que el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) pase a ser presidido por Ecuador y se convierta en el instrumento idóneo contra la debacle del dólar.
Porque para afrontar la siguiente etapa de la crisis será vital una nueva arquitectura financiera sudamericana. Lo malo es que con un Banco Central presidido por un hombre del Fondo Monetario Internacional o sea de Estados Unidos, se obstaculiza que el Perú se vincule a esta construcción contra hegemónica. Y ese, es el mayor peligro de mantener a Julio Velarde allí.